martes, 7 de marzo de 2017

La Señorita Pink se lava la carita (Jabones sólidos)

¡Bienvenid@s de nuevo a mi confesionario! Como os comenté en la entrada anterior, iba a dividir el tema de los limpiadores faciales en dos partes. Una con los jabones líquidos que podéis encontrar pinchando aquí y en otra entrada hablaría sobre los jabones sólidos.

Os recuerdo, como ya lo dije en la otra entrada, que tengo la piel grasa, con tendencia acnéica y poros muy dilatados por lo que he usado productos adecuados a mi tipo de piel. No he usado hasta ahora ningún producto indicado para pieles secas o sensibles por lo que si os encontráis entre las personas que tenéis estos problemas es muy propable que mis productos no os funcionen, os vayan fatal e incluso empeoren vuestro tipo de piel. Es muy importante siempre que busquéis lo que únicamente esté indicado para vuestra piel y se ajuste a vuestras necesidades.

Dicho todo esto ... ¡Comenzamos!

Cuando siendo una chiquilla adolescente comencé con mis problemas de acné acudí a mi doctora. En ese entonces todavía estaba con mi pediatra y yo todavía me lavaba la cara con agua sola o con el mismo gel de baño. Recuerdo que mi doctora me miró horrorizada pensando en el atentado que estaba llevando a cabo sobre mi piel. Ella entendió que no necesitaba productos agresivos en ese momento. Me recomendó clindamicina para el ancé y para la higiene me dijo que procurase ser lo más natural posible por lo que podía usar jabón natural de glicerina. Se supone que respetaría mi piel evitando químicos. Acudí a comprarlo en la farmacia y después descubrí que también lo vendían en las grandes superficies. Lo encontré también en formato líquido que sinceramente me gustaba mucho más. Las pastillas de jabón me parecen un engorro. Lo usé durante mucho tiempo por mi total desconocimiento de otro tipo de productos. De limpieza anda justito y la verdad que al no tener ningún compenente específico para paliar mis problemas pues no me hacía gran cosa. Yo ahora mismo no volvería a usarlo, además, deja una sensación de tirantez en la piel bastante incómoda que acaba resecando la piel y deshidratándola.
Para quiénes tengan la piel perfecta y no tengan nada que tratar y además tengan una buena hidratación podría irles bien. Les permitiría descansar la piel de otros productos agresivos.



Probablemente os parecerá una locura y habrá quién se eche las manos a la cabeza pero también me lavé la cara con Jabón Lagarto. Antes, y cuando os digo antes tampoco os estoy hablando de muchos años, unos 8 o 10 años, no había la amplísima gama de limpiadores faciales que hay ahora. Afortunadamente han aparecido muchísimas firmas que se han dedicado a trabajar para ofrecer un cuidado más específico. Estudian nuevos componentes y cada día investigan más para dar con las mejores composiciones que puedan actuar sobre los problemas e imperfecciones de cada tipo de piel pero como os digo esto es algo relativamente reciente.

Cuando mis primeros granitos empezaban a asomar y estaba en esa etapa en la que la grasa del pelo y la piel andan descontroladas en plena adolescencia, todo el mundo me decía que me lavase el pelo y la cara con Jabón Lagarto.
Yo veía a mi madre usarlo para lavar los trapos. Creedme que decidirme a empezar a usarlo fue un proceso largo y costoso. No me imaginaba usando en mí el jabón con el que en mi casa lavábamos la ropa interior. Hasta que un día me envalentoné y abrí una pastilla y la usé. Debo reconocer que no era ninguna maravilla pero sí que me ayudaba con la grasa. Es también natural. Su precio es fantástico y lo encontramos en infinidad de comercios. Para la grasa del cuero cabelludo también va genial pero el pelo no se nos va a quedar suave ni brillante como nos ocurre normalmente con nuestro champú habitual. Cuando lo usaba se me quedaba la piel "chirriante" y finalmente acabé secándola a si que tuve que dejar de usarlo.


Por último, voy a enseñaros el jabón sólido que más me ha gustado y que mejores resultados y muy visibles me ha causado. Es el jabón de azufre. Me lo recomendaron en la farmacia prometiéndome que secaría mi acné, reduciría mis poros y la grasa.
Tal cual hizo estas tres cosas. Me dejó sin a penas acné, la grasa estaba muy regulada y los poros eran muchísimo más pequeños.

El pero de este jabón es que reseca mucho la piel y una vez controlados mis problemas dejé de usarlo para no resecarla en exceso.
Este verano, muchos años después, volví a usarlo. Tenía un brote de acné y además muchísima grasa y recordé que años atrás me funcionó casi como un salvavidas.
Debo decir que no duré usándolo ni una semana. Estaba súper feliz porque en 3 días de uso los poros se habían reducido una barbaridad y era algo que no había conseguido ni tan siquiera usando productos que estaban especialmente indicados para eso. La grasa estaba muy controlada y el acné se estaba secando completamente pero mi piel ya no estaba como hace años y tuve que dejarlo con urgencia. Me hizo una reacción y se me llenó toda la cara de granitos diminutos y me resecó la piel de una manera bárbara. La verdad que me encanta. Su olor no es precisamente agradable y hay que evitar el contacto con los ojos, fosas nasales y labios. Es muy fuerte. No olvidéis que se compone de azufre. Dejé descansar la piel y ahora lo uso una vez en semana, en la noche a modo de limpieza algo más profunda para limpiar un poquito los poros ya que como os digo es lo único que ha sido capaz a día de hoy de reducirlos.


Bueno en cuanto a jabones sólidos esto es todo lo que yo he utilizado y así me han funcionado. Si habéis probado estos u otros jabones sólidos y os han funcionado de maravilla, han pasado por vuestras vidas sin pena y sin gloria o han resultado un auténtico desastre os animo a que me lo contéis.

Estoy deseando leeros y compartir nuestras experiencias.

Os animo a seguirme en Facebook y así no os perderéis nada. Sigo trabajando para mejorar.

Os mando un besazo enorme.

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